lunes, 16 de noviembre de 2015

17 de Marzo de 2004. Cuando el equipo humilde pudo con los galácticos

17 de Marzo de 2004, Estadio Olímpico Lluís Companys, miles de personas se desplazan a Barcelona para presenciar lo que podía ser un título más del Real Madrid de los galácticos. Enfrente tenían al Real Zaragoza, un equipo, que como bien sabían, no les iba a poner las cosas fáciles a los Beckham, Figo, Raúl y compañía. Pero antes de hablar de aquella épica final, vamos a repasar el transcurso que llevaron ambos equipos en aquella Copa del Rey. El Real Madrid venía de vapulear a la UD San Sebastián de Los Reyes (0-3) en treintaidosavos de final, de sufrir contra el CD Leganés (3-4) en dieciseisavos, de ganar al Eibar en Octavos, a pesar de empatar en Ipurúa (1-1, 0-2), de ganar con solvencia al Valencia CF (3-0, 2-1), y de ganar sufriendo en semis al Sevilla FC (2-0, 0-1).
Por su parte, el Real Zaragoza de Víctor Muñóz venía de ganar al Mirandés (1-2) en treintaidosavos, de ganar sufriendo en Salamanca (2-3) en dieciseisavos, apear al Betis  (3-1, 1-1) en octavos, dar la campanada contra el FC Barcelona (0-1, 1-1), ganando en el Camp Nou en cuartos, y de sufrir del olindo contra el Alavés (1-1, 0-0) en semis. Ambos equipos habían luchado mucho por llegar allí, habían tenido mejores y peores partidos, pero al final del camino, les tocaba verse las caras en la Gran Final de la Copa del Rey 2004. En cuanto a las alineaciones, Carlos Queiróz salió con todo para ese partido, esta era la alineación del Madrid: César; Raúl Bravo, Roberto Carlos, Salgado, Helguera; Beckham, Solari, Figo, Zidane, Guti y Raúl. Por su parte, el Real Zaragoza de Víctor Muñóz también salió con todo, esta fue su alineación de aquel día: Láinez; Álvaro, Cuartero, Gabi Milito, Toledo; Ponzio, Movilla, Cani, Savio, Dani y Villa. Todo estaba listo para disputar la final, y con el colegiado extremeño Carmona Martínez pitando, comenzó el partido, el Real Madrid vestía su habitual indumentaria, mientras que el Real Zaragoza vestía con su 2ª equipación al jugar como visitantes. El partido estaba en marcha, hasta que en el minuto 23 Beckham aprovechó una lejana falta para colocar el 1-0 en el marcador. Un auténtico golazo el del inglés aquella noche. Por suerte para los maños, el equipo de Víctor Muñóz no tardará en reaccionar, y en el minuto 28, Dani aprovecha un magnífico centro de Savio desde la banda izquierda para poner el 1-1 en el marcador. Y así se llega al minuto 43, en el que un balón parado que Movilla cuelga pasado es peinado, por Álvaro y le cae en los pies a Villa, el delantero asturiano es derribado por detrás por Guti cuando iba a rematar a puerta, penalti a favor del club maño, Villa será el encargado de transformar el penalti que él mismo había provocado, 1-2, con este marcador se iba el partido al descanso. Poco les duró la alegría a los maños, en el minuto 47, Roberto Carlos se encargaba de convertir una falta en un obús que entraría pegado a la cepa del poste de César Láinez. Con este resultado se llega al final del tiempo ordinario, el Real Zaragoza se queda con 10 debido a la expulsión de Cani en el 66. Comienza la prórroga, y en la primera parte de esta el partido se vuelve a equilibrar, Guti es expulsado en el minuto 5 del tiempo extra, nada se movía en el marcador, todos estaban ya preparando la tanda de penaltis, pero allí fue, en el minuto 110 de partido, en la segunda parte de la prórroga, cuando un acorralado Movilla decide pasarla atrás para que Galleti se haga con el balón, y el argentino, tal y como le vino, decidió sacar un zapatazo de primeras que entró pegado a la cepa del poste defendido por César, el banquillo zaragocista salta del júbilo, la afición maña está eufórica, el Real Zaragoza acababa de volver a adelantarse en la final, y esta vez, con menos tiempo de reacción para el club merengue.
Con este marcador se llegará al final del partido. 2-3, el equipo humilde vuelve a tumbar a Goliat. Una noche mágica para todos los zaragocistas, era la sexta copa en la historia del club maño. Demostrándonos que éste es un club grande y que los clubes grandes vuelven un día al sitio que se merecen, porque volveremos a ser grandes, eso ni lo dudéis. Aupa Zaragoza.






No hay comentarios:

Publicar un comentario