viernes, 27 de noviembre de 2015

24 de Mayo de 2014. Lisboa nos mostró que no hay que rendirse.

24 de Mayo de 2014. Todos los ojos miraban hacia un mismo sitio, el Estadio da Luz, en Lisboa, suele ser el campo habitual del Benfica, pero en esta ocasión, el motivo era otro, en este estadio iba a llevarse a cabo una de las finales más agónicas y apasionantes de todos los tiempos.
Los candidatos, Real Madrid y Atlético de Madrid, dos viejos conocidos que comparten capital, dos rivales eternos, indios contra vikingos, la batalla estaba más que servida, el Madrid llegaba en su primera temporada con Ancelotti de ganar la copa, mientras que el Atlético venía de dar la campanada en liga ganándosela al FC Barcelona y Real Madrid con la el arriesgada pero muy eficaz apuesta de su entrenador, Cholo Simeone. El atlético partía aquel dia con esta alineación: Courtois; Juanfran, Filipe, Godín, Miranda; Gabi, Tiago, Koke, Raúl García; Costa y Villa. Mientras que por parte del Real Madrid la alineación sería la siguiente: Casillas; Ramos, Varane, Carvajal, Coentrao; Modric, Khedira, Di María; Bale, Benzema y Cristiano. Iba a ser una final de época, ambos estaban ansiosos por ganarla, mientras que el Atlético venía de cuajar una de sus mejores temporadas a lo largo de toda su historia, el Real Madrid tenía delante la oportunidad de oro de ganar la ansiada Décima, que más de una década llevaban persiguiendo sin éxito alguno. Antes de centrarnos en la Final repasemos cual fue el camino de cada equipo hasta llegar a la final.
Road to Lisbon, Atlético: El equipo del Cholo no partía ni mucho menos como uno de los favoritos
a ganar la Champions, sin embargo, arrollar en un grupo relativamente duro con el Austria de Viena, el Oporto y el Zenit hizo que los del Cholo se empezaran a creer sus opciones de luchar por esta Champions, tras clasificarse primeros de grupo con 5 victorias y 1 empate, en Octavos esperaba el Milan, un club con una larga historia, pero en horas bajas, el atlético pasó por encima del club italiano como un rodillo (0-1; 1-4), pero ahí llegaría el temido sorteo de Cuartos, te puede tocar con cualquiera, y así fue, el bombo fue caprichoso, y le deparó una eliminatoria de Cuartos contra el temido FC Barcelona, fueron dos partidos realmente duros, pero con el empate en el Camp Nou se hizo bueno con la victoria en el Calderón (1-1;0-1). Después de cargarse a uno de los máximos aspirantes a la orejona, tocaba el sorteo de semis, el Chelsea de Mou espera ya impaciente al equipo del Cholo. El resultado en el Calderón no fue realmente bueno, pero todo se arregló con un auténtico y genuino repaso en Stamford Bridge (0-0;4-1), el Atlético estaba de nuevo en la final de la champions, no llegaban desde la época en la que Luis Aragonés defendía los colores colchoneros como jugador.
Road to Lisbon, Real Madrid:
Allí estaban ellos, un año más, con la papeleta de favoritos para ganar la ansiada Décima, como en la última década, pero siempre les fallaba algo, si no era por la Juve, era porque un ex como Morientes se vengaba, y si no, porque te chorrean en Anfield, o simplemente, porque te toca cruzarte con Messi en semis o porque Ramos quería regalarle el balón a la grada en la tanda de penaltis, en fin, un cúmulo de infortunios que hacían que el Madrid nunca ganase la décima, pero este año tenía otra pinta el equipo, un mister experimentado y con ganas de triunfar en España. Llegamos a la fase de grupos: Un grupo normal con la Juve, el Galatasaray y el Copenhague. El Real pasará como primero de grupo con el mismo balance que su vecino, 5 victorias y 1 empate. Pero llegará la fase final, esta que siempre se le atragantaba al Madrid en la última década. En Octavos, el Schalke 04 no fue rival para el Madrid (1-6,1-3). Pero llegaban los Cuartos, los cruces gordos, y allí le tocaría contra el Borussia Dortmund, el equipo de Klopp fue el verdugo de los vikingos en la anterior edición, pero una goleada en el Bernabéu hizo que el mal partido en Alemania se quedase en un simple susto (3-0, 0-2).  Aquí llegamos a las semis, y para colmo, el equipo más temido de todos, que ahora entrenaba quién había sido su bestia negra en el último lustro para los madridistas, esperaba el Bayern de Guardiola. Tras un gris partido en el Bernabéu que se acabó ganando, llegó la fiesta en Múnich (1-0;4-0). Todo estaba listo para acoger el partido más importante de la temporada, los eternos rivales volvían a verse las caras. Con el holandés Björn Kuipers de árbitro, comenzaría la gran final, Diego Costa había forzado demasiado para llegar a la final, un tratamiento 'milagroso' hizo que pudiese estar en Lisboa, pero a los 9 minutos de partido, el ariete hispano-brasileño se rompió, tuvo que salir Adrián López en su lugar.
La primera parte transcurría en un partido de toma y daca, llegaba el minuto 36, diez minutos restan para el descanso, cuando un córner botado desde la banda derecha es despejado por la zaga madridista, pero el rechace vuelve a caer a los atléticos, que sin dejarla caer conseguirán que el balón conecte con la cabeza de Godín, un balon manso para el portero, pero, un momento, ¿Dónde está Casillas?, no puede ser, el santo ha cometido uno de sus mayores errores en su carrera deportiva, saliendo a destiempo, y a tenido que ser aquí, en la final de la Champions. 0-1. El atlético se va con ventaja al descanso. Ya en la segunda parte, el Real Madrid buscará por todos los medios, humanos y sobrehumanos, el gol que le haga forzar la prórroga, pero ese gol no llega, el atlético se ve ya levantando su primera orejona.
Pero el fútbol es así de caprichoso a veces, minuto 93, corner que botará Modric desde el mismo sitio desde el que lo botó Gabi en el gol Atlético en la primera parte, el centro sobrevuela el área, allí llegaría él, no podía ser otro más que él, el héroe de Múnich en semifinales, el que hace dos temporadas le había costado la eliminación en semifinales de la Champions al Madrid en la tanda de penaltis, por ahí pasaba Sergio Ramos, con un cabezazo que Courtois no alcanzará, el héroe de la final ya estaba decidido. 1-1. Había que jugar prórroga. Los dos equipos denotaban cansancio, algo tenía que romper el partido, y en el minuto 110 de partido Di María volvería a sacar la magia que llevaba dentro, un a jugada por banda donde deja en evidencia a media defensa atlética permitirá que Bale pueda empujar el balón de cabeza y poner el 2-1 en el marcador, la décima estaba cerca. El atlético se desmorona con el 2-1, y un gol de Marcelo en el 118 y otro de Cristiano en el 120 pondrán el 4-1 final en el marcador. La décima ya estaba allí , Ancelotti conseguía en su primera campaña lo que ningún otro entrenador merengue había logrado en los últimos 12 años. Casillas levantaba la décima, una noche dorada para los merengues y no tanto para los atléticos, una noche que pasará a la posteridad como una de las finales más vibrantes de todos los tiempos, una final mítica que se recordará con el paso de los años.


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