Iker Casillas

20 de Mayo de 1981, Madrid, es un día más de la primavera en la España de la transición. Allí nacerá parte de la historia de España y del Real Madrid, nace Iker Casillas. Cuenta la historia que era un santo con forma de humano, aquel que nos ha salvado en más de un título importante a los españoles, pero bueno, no adelantemos acontecimientos, porque como toda gran historia, comienza con unos pequeños pasos.
Corrían los años 80, y aquel crío que jugaba en el equipo de su barrio ya empezaba a apuntar maneras como un gran portero, tanto fue así que con solo 10 años aquel chaval ya empezó a formar parte de la cantera madridista, el club que le marcaría durante casi toda su carrera deportiva.

Los años iban transcurriendo y aquel chaval cada vez sonaba más fuerte para debutar con el primer equipo, pero como era evidente, Iker aún era demasiado joven. Hasta que llegó el 27 de Noviembre de 1997, Iker fue al instituto como un día más, pero ese día quedaría permanente en su memoria hasta el día de hoy, a media mañana, el director de su instituto le llamó para comunicarle que habían llamado del Real Madrid, Tras las bajas de Illner y Contreras, Iker había sido convocado por primera vez por el primer equipo del Real Madrid, fue para un partido de Champions contra el Rossenborg.
Con 17 años, formando parte del 'Real Madrid C', sería uno de los pilares para ganar el mundial sub-17, siendo uno de los pilares de aquella selección que mas adelante haría historia.
Pero en la temporada 99/00 será la explosión de este joven talento, el 12 de Septiembre de 1999 debutaría con la camiseta del primer equipo, fue en San Mamés, en aquella temporada también se convirtió en el portero más joven en jugar y ganar una final de la Champions League, el día en el que el club blanco logró la Octava contra el Valencia. Iker será titular durante dos temporadas, pero con la llegada de Del Bosque en la 01/02, Iker perderá la titularidad en beneficio de César Sánchez, pero fue en aquella temporada cuando se empezó a forjar la leyenda de San Iker. Era la final de la Champions, la novena estaba cerca, pero de repente, César Sánchez se lesiona, el joven Iker tiene que salir para defender el arco merengue. Aquella final tendrá por siempre dos héroes para el madridismo, el primero fue Zidane, cuando decidió convertir el futbol en un arte perfecto con aquella impecable volea, el otro fue Casillas, en los últimos minutos el Leverkusen se encontró con aquel muro de tan solo 21 años que no pudieron franquear, Ballack y compañía recordarán aquella noche como si fuese ayer. Así llegaremos al verano de 2002, Iker irá como segundo portero al mundial de Corea y Japón, pero un accidente doméstico con un frasco de colonia de Santi Cañizares a escasos días del mundial hará que el portero merengue tome los galones de portero titular. Una gran actuación en ese mundial le hace ganarse un hueco en el Madrid de los galácticos, todo iba de perlas en su club, pero llegaban los campeonatos de selecciones, y cuando no era porque Portugal nos echa de fase de grupos en la Euro '04, era porque la Francia de Zidane y compañía nos daba un repaso en Octavos del Mundial '06. Sus años de gloria como madridista continúan, se mantendrá intocable con el paso del tiempo y de leyendas como Zidane, Figo, Beckam o Roberto Carlos.

Así llegamos al verano de 2008, donde un excesivamente criticado Luis Aragonés será quién otorgue la manija de la roja a la nueva generación, los Xavi, Cesc, Ramos, Iniesta o el propio Iker serán los encargados de liderar a la mejor selección española de todos los tiempos. Todo comenzará en la Euro 08, tras una fase de grupos impecable llegarán los temidos cuartos, allí nos espera Italia, la vigente campeona del mundo, tras muchos intentos fallidos de los jugadores españoles, la historia habrá de ser cambiada desde los 11 metros, con otro porterazo como Buffon enfrente, Casillas comenzará a dar pie a la leyenda del Santo. dos penaltis atajados en aquella decisiva tanda contra Italia harán que los españoles, con Casillas como héroe nacional pasemos a semifinales, una gran historia surgirá de aquel momento, tras unas duras eliminatorias y un gol de Torres acabando la primera parte de la final, Casillas será quién se encargue de hacernos felices a millones de españoles alzando la Eurocopa al cielo de Viena. Tras aquel magnífico verano de 2008,  tocaría sufrir en la portería merengue, el Barça de Pep horroriza de una asombrosa manera al Bernabéu en aquel 2-6 de liga. Pero en aquel mismo verano, y tras el triplete del Barça, volverá quién fuese el presidente de los galácticos, dispuesto a volver a llevar al Real Madrid a lo más alto, estrellas como Kaká, Benzema o Cristiano Ronaldo se encargarán de que el Madrid intente remontar el vuelo, sin embargo, su kriptonita seguía allí, intacta, el Barça de Pep se seguía merendando al Madrid galáctico en los Clásicos. Así llegaremos al verano de 2010, sin duda alguna, el verano de nuestras vidas, nunca un español había podido soñar con ganar un mundial, sin embargo, esta selección, a base de juego bonito y títulos, era la máxima candidata para ganar el mundial. Tras una convulsa fase de grupos, a causa de la derrota contra Suiza en nuestro debut en el Mundial de Sudáfrica, España logra aún así pasar como primera de grupo. La Portugal de Cristiano no fue rival para los nuestros en Octavos, que pasaron por encima de los lusos como una apisonadora, quizás no en resultado (1-0), pero sí en juego y ocasiones. Llegaría otra vez la ronda maldita, no vale tropezar, otra vez un rival teóricamente asequible en Cuartos, esta vez, fue la Paraguay de Cardozo y Justo Villar. Quizás no había hecho falta que el santo apareciera hasta entonces, pero otra vez tenía que ser allí, en la ronda maldita, Piqué comete un penalti de libro mediada la segunda parte, y San Iker debe aparecer, Cardozo aún se debe de estar lamentando de aquel penalti, con los consejos de Pepe Reina desde la banda, el santo reaparece en Cuartos de un mundial, esta vez, parándole un penalti al ariete paraguayo que en aquel momento militaba en las filas del Benfica. España acabaría ganando ese partido con un solitario gol de Villa. Llegaban las semis, nunca España había llegado tan lejos en un mundial. Un gol de Puyol hará que la roja esté en la final contra Holanda.  Y ahí en la final, puede que Andrés Iniesta quedase como el héroe de la final por su gol en la prórroga, pero esto no hubiera sido posible si un inmenso Iker no hubiese aparecido en la segunda parte para arrebatarle dos mano a mano a la estrella holandesa, Arjen Robben.

Casillas será el encargado de hacernos felices a todos los españoles, cuando por fin, tras el pitido final de Howard Webb, España era, por primera vez en su historia, CAMPEONA DEL MUNDO.
Pero allí fue, en el punto más dulce de su carrera cuando todo empezaría a no ir tan bien, Jose Mourinho llega al banquillo merengue este mismo verano. Tras dos temporadas con Casillas como titular indiscutible en el Madrid, y tras brindarnos otra Eurocopa en 2012, Casillas comenzará a ser suplente, Antonio Adán tendrá minutos, hasta que en un partido de copa, tras una patada involuntaria en la mano de Arbeloa, Iker se lesionará para dos meses, Diego López llegará en el mercado de invierno, y tras recuperarse Casillas, su sorpresa fue que puesto como titular ahora era de Diego López, y Mou no estaba dispuesto a darle la titularidad a Iker. Tras una convulsa temporada, Mourinho se va del Madrid por la puerta de atrás, llega Ancelloti, y Diego López vuelve a ser el portero titular en Liga, aunque Iker jugará la Copa y la Champions, los dos trofeos que el club blanco ganará aquella temporada, a pesar del imperdonable fallo de Iker en la final de Lisboa que casi le cuesta la Décima al Real Madrid.

Tras una dura temporada 2014/15, con polémicas con la afición y sin títulos, Iker ha de hacer las maletas, se marcha del club de su vida, con una rueda de prensa entre lágrimas confiesa que allá donde vaya siempre estará ahí su corazón merengue, ahora vuelve a recuperar la sonrisa en el Oporto portugués, en busca de volver a hacer historia en Francia 2016. Historia en activo, un portero mítico allá donde los haya, un guardameta que sin duda marcará un antes y un después en la historia del fútbol español, porque no hace falta ser un lumbreras para saber que dentro de unos cuantos años tendremos el placer de decirles a nuestros nietos: '' Yo vi jugar a Iker Casillas''